MUNDOCOCTEL

EL PLACER DE LOS COCTELES

LOS GESTOS DEL BARMAN

Para cada cóctel se pueden inventar infinitas variantes personales que tendrán mayor éxito si se presentan con gusto y fantasía.

La buena presentación de un Irish coffee o de un Poussé-café depende de la experiencia y de la seguridad de los gestos del barman. ¡Cuidado con los utensilios! La coctelera, por ejemplo, puede ejercer sobre los «no adeptos» al oficio una particular fascinación, pero debe ser utilizada oportunamente y sin exageraciones.

El momento de la «agitación» atrae siempre la atención sobre el barman; el tintineo rimado y armonioso del hielo cataliza las miradas de todos, como si anticipara el sabor y el perfume de las exquisiteces que se van a saborear; tres o cuatro golpes decididos, luego otros seis o siete más lentos, agitando siempre la coctelera con movimientos diagonales de abajo hacia arriba y girando a medias la coctelera para que el contenido pueda amalgamarse a la perfección, lo que tiene lugar durante una pausa.

Un detalle que no debe olvidarse es que en verano los movimientos se efectúan durante un espacio de tiempo más prolongado para que el hielo pueda disolverse y enfriar internamente la bebida, mientras en invierno serán más secos y breves.

Si se tropieza con alguna dificultad para abrir la coctelera y distribuir el contenido, será suficiente un golpe ligero sobre el punto de unión de las dos partes. Atención a no llenar las copas una tras la otra, hay que distribuir pequeñas cantidades en cada una hasta que todo el contenido esté repartido equitativamente. Usando el mezclador el procedimiento es obviamente distinto: cuando ya se han vertido en él todos los ingredientes deseados, se mezclan en sentido horario con la cucharilla mezcladora y el resultado se vierte a través del colador para evitar que el hielo caiga en los vasos.

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